Mejorar la eficiencia energética en edificios de oficinas puede suponer un gran ahorro energético y económico para las compañías.
Las empresas que impulsan la eficiencia energética en sus organizaciones obtienen como beneficio:
Mejoran su rentabilidad.
Cumplen con los requisitos legales y normativas.
Proporcionan un entorno de trabajo bien diseñado que favorece la productividad. Mejoran sus objetivos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Hay que conocer cuál es el consumo energético.
El primer paso para mejorar la eficiencia energética en edificios es realizar un diagnóstico que:
Identifique las principales áreas de consumo energético. Señale cuáles son los aspectos potenciales en los que se pueden mejorar. Si se hubieran aplicado medidas de ahorro y eficiencia energética con anterioridad, verifique si están teniendo el efecto deseado.
Medidas de ahorro y eficiencia energética Una vez identificadas las áreas de mejora, es momento de ponerse a trabajar en un plan para aplicar medidas de ahorro y eficiencia energética. Se trata de una medida que no solo beneficia a la empresa de manera particular, sino también al consumo energético del país a nivel global. Y es que la mitad de la energía consumida en el sector servicios se realiza en los edificios de oficinas, que son los responsables de un 40% del consumo energético en todo el mundo.
¿Cuáles son los elementos que en un edificio comercial consumen más energía y cómo puede disminuirse su consumo energético? El uso generalizado de los sistemas de climatización, los sistemas de iluminación o el cada vez mayor número de equipos ofimáticos (ordenadores, impresoras, fotocopiadoras, escáneres, faxes) contribuyen significativamente a aumentar el consumo de energía de los centros de trabajo.
En general, se recomienda contar con el asesoramiento profesional de un consultor energético que recomiende en cada caso las medidas más adecuadas.
Iluminación Además de usar bombillas de bajo consumo energético, instalar detectores de presencia, reguladores de intensidad luminosa o aprovechar en la medida de lo posible la iluminación natural mejora la eficiencia energética de las instalaciones. Se recomienda complementar estas medidas con otras como adaptar la iluminación a las necesidades específicas de cada zona o utilizar iluminación localizada en los puestos de trabajo.
Calefacción y aire acondicionado En el caso del aire acondicionado se recomienda seleccionar la temperatura de refrigeración a 24-25 grados centígrados. En el caso de la calefacción, seleccionar una temperatura de confort de 20-22 grados. En ambos casos, emplear termostatos que permitan una regulación adecuada de la temperatura según las horas del día o las necesidades de los espacios también es fundamental. En verano, instalar toldos y persianas que eviten que pase el calor de la luz natural y emplear ventiladores también son algunas de las soluciones que se recomiendan.
Equipamiento En un edificio de oficinas podemos encontrar tres tipos de equipamiento: específico (ordenadores, impresoras, faxes…), general (neveras, cafeteras, máquinas de vending, microondas…) y compartido (p.ej. ascensores). Utilizar aparatos eléctricos energéticamente eficientes y crear una cultura de buenos hábitos en eficiencia energética entre el personal son dos requisitos importantes. Desconectar los equipos ofimáticos al final de la jornada laboral en lugar de dejarlos encendidos o desconectar los ordenadores cuando las ausencias del puesto de trabajo sean superiores a treinta minutos es necesario para mejorar la eficiencia energética de las oficinas.
Características del edificio El grado de aislamiento térmico, el estado de puertas, ventanas, persianas y cajetines, la protección de la insolación, etc. también influye en el consumo de energía del edificio. A mayor y mejor aislamiento, el consumo de energía disminuye. Igualmente, si existen controles y regulación de las instalaciones energéticas del edificio (termostatos, interruptores, programadores horarios…) que sean fácilmente accesibles por parte del personal y que puedan ser programados, se realiza un consumo de energía más eficiente. Además, si el edificio está bien diseñado y permite aprovechar la ventilación natural se puede reducir notablemente el consumo de energía.
En Gestein somos especialistas en ofrecer diagnósticos y soluciones adaptados a cada cliente. Contacte con nosotros para conocer cómo mejorar la eficiencia de su edificio.
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